Mantener el diálogo como prioridad, ayudará solventar diferencias que atentan contra esta fuente de trabajo.
Javier Mercado Velderráin
Nacozari, Son.- De suyo, la explotación de yacimientos cupríferos en México, ha sido una actividad históricamente matizada por la bonanza económica de las zonas donde se opera, sin que falten los naturales conflictos y discrepancias , entre quienes aportan su esfuerzo físico para extraer de las entrañas de la tierra sus ricos materiales, y quienes administran las empresas.
Y Grupo México no ha estado exento de este tipo de circunstancias.
En esta ocasión, habremos de referirnos a los beneficios tangibles que genera la actividad minera tanto en Nacozari como en Cananea, los dos principales centros explotados por GM.
Para los habitantes de estas comunidades, vinculadas estrechamente a eventos históricos de impacto mundial, como la Huelga de 1906 y la gesta heróica de Jesús García, es elemental se preserve la paz laboral , a efecto de que el nivel de vida de los trabajadores mineros se mantenga y mejore de manera gradual y sustancial.
La operación de la mina a través de décadas, ha permitido la formación y desarrollo de miles de familias, debido a que los trabajadores alcanzan muy atractivas utilidades, muchas generaciones se han consolidado gracias a este vínculo laboral y productivo.
En este contexto, no es aceptable se soslaye la importancia de los trabajadores en el fortalecimiento de los complejos mineros, y será siempre mejor un buen diálogo que una confrontación sustentada en caprichos o exigencias a base de argumentos endebles y a veces extemporáneos.
En Nacozari, el impulso a las actividades del gobierno municipal, particularmente en el ámbito de la cultura, el deporte, y la sanidad ambiental, deriva de una postura solidaria de Grupo México, eso no debe estar a discusión.
La relevancia de los trabajadores, se reitera, es por igual importante, tienen sus derechos que bajo ninguna circunstancia pueden ser ignorados, ni por la empresa ni por las autoridades laborales.