Los Durazos y Los Morales (del PAN) , hacen lo mismo que tanto critican a Los Teránes.
Javier Mercado Velderráin
Agua Prieta, Son.- Paralelos a la idea (falsa para algunos analistas) de que MORENA crece y se consolida en Agua Prieta, asoman criterios divergentes que aseguran que el nepostismo rampante y la postura visceral de muchos de sus simpatizantes, están alejando al partido del PEJE de cualquier triunfo electoral a nivel regional y local.
El hecho de que ALFONSO DURAZO, sea coordinador en Sonora de este incipiente partido, y también candidato al senado de la república (y anunciado además como virtual secretario de seguridad a nivel nacional ) su hermana CELIA DURAZO candidata de MORENA a la alcaldía en el serrano municipio de Bavispe (información extraoficial)y su primo hermano JESUS ALFONSO “El Tuchy” MONTAÑO DURAZO,candidato a la alcaldía de Agua Prieta, justificarían de alguna manera, las críticas en este sentido del nepotismo morenista.
Habría que recordar que el mismo ALFONSO DURAZO, ha sido lapidario crítico de la familia TERÁN VILLALOBOS, tildando al Mijito, a Doña Irma y a Irmita, como “caciques políticos de Agua Prieta “.
Aquí es perfectamente aplicable el refrán popular que dice “Cae más pronto un hablador que un cojo”, porque entonces, LOS DURAZO no tendrían cara para insistir en este asunto de “Las familias y la política”.
Pero también en el PAN “hace aire” en este tema tan recurrente cada tres y seis años, durante los procesos electorales.
La familia Morales,(Padrecistas de cepa) la de David Morales, director del deporte, su esposa Julie, candidata suplente a diputada federal, y ahora el sobrino, Luis Rivera, candidato a diputado local, todos por el PAN, sería otra muestra de nepotismo, y seguramente les corresponden culpas que por años han acreditado también a la familia terpán- Villallobos.,
Luego entonces, tampoco Los Morales, tienen cara para reiterar estos señalamientos contra “Los Mijitos”, estarían fuera de toda congruencia y lógica, lo que les acarrearía su buena dosis de críticas.
Pero así se ha manejado, se maneja y se seguirá manejando la política en la frontera.
Lo que nos lleva a concluir, ni todos son buenos, ni todos son malos.